Orgullosos de su cultura, de su lengua y de su historia. los Totonoca se aferran a las tradiciones para mantener viva su propia existencia.
Habitan, como hace casi 2.000 años, en el lo que hoy es el estado de Veracruz. El máximo explendor de los Totonaca, allá por el año 1200, se tradujo en la magnífica ciudad monumental del Tajin; un ejemplo urbanístico y cultural que demostraba el nivel de prosperidad al que habían llegado.
Los Totonaca, sometidos a la presión y sumisión de la llamada “triple alianza” y al vasallaje implacable de Tenochtitlan, vieron una oportunidad con la llegada de Hernán Cortés. La decisión que tomarían en el año 1.519 marcaría la historia, para bien y para mal, de la conquista y por ende del futuro de un continente. Voluntariamente aportaron a las exiguas tropas de Cortés 1300 guerreros que marcharon a la conquista de la Capital Mexica. La caída del último Tlatoani Cuauhtémoc (Rey o Emperador Mexica venerado como un Dios vivo) no supuso la libertad ansiada de los Totonaca sino todo lo contrario. No recibieron el reconocimiento de los nuevos conquistadores y casi desaparecieron de la historia ante el expolio de sus ciudades, su religión e incluso su idioma.
Hoy día, a pesar de todo, subsisten en la zona del Estado de Veracruz en la que se desarrolló su historia como pueblo, manteniendo a través de la tradición oral, sus costumbres, religión y recuperando el idioma, el Náhuatl.
Visitar Veracruz y visitar al Pueblo Totonaca es viajar en el tiempo.
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Para saber más de los “Voladores” de Papantla, visita mi post aquí.